En el fondo sigo siendo un programador…
Primeros Pasos
Corría el año 1984. Yo estaba en 3er año de la secundaria (15 años) y en los negocios de eloctrodomésticos, como el Héctor Pérez Pícaro que estaba cerca de mi casa, se empezaban a ver computadoras en las vidrieras. Me acuerdo que había una ZX80, conectada a un televisor, donde se podía ver sólo unas líneas de letras blancas sobre el fondo negro, la palabra “READY”, y un cuadradito titilando, que claramente me invitaba a escribirle algo…

Con una idea un tanto naive de lo que una computadora era capaz de hacer, quería una! No era un producto barato, y la idea de perder el interés al poco tiempo, como con la mayoría de los juguetes, me hacía dudar de pedir a mis padres este objeto como regalo.
Entonces, hablándolo con mi papá, llegamos a un acuerdo: iba a buscar y hacer un curso de programación, de esta manera evaluaría cuánto me interesaba el tema, y si se justificaba comprar el equipo.
No fue una tarea sencilla. Todavía no existía internet para buscar un curso de programación!
Faltaban algunos mese para fin de año, yo calculo que sería agosto o septiembre, cuando Pancho, también conocido como Francisco Risoleo, profesor de matemáticas en el colegio, nos cuenta que en su instituto, el Instituto Alvarez Thomas , donde se daban clases de apoyo de todo tipo, iban a comenzar unos cursos de programación.
No podía con mi ansiedad! Creo que ese mismo día me fui al instituto para averiguar todos los detalles. Obviamente me anote en uno de los cursos, sin tener ni idea de qué iba a aprender.
Me acuerdo el primer día, en una habitación que hacía las veces de aula… las mesas epecialmente construidas para contener 2 o 3 puestos de trabajo, con un zócalo para acomodar los cables. En total, había 10 computadoras. Cada alumno con su computadora en frente. El pizarrón verde para tiza. Y el profesor, Alejandro Legizamon.
Y así empecé, aprendiendo BASIC con una National JR100, 1 vez por semana, 2 horas de clase. Al poco tiempo, empecé a ir en horarios en donde no había clases, para utilizar una de las computadoras y probar mis programas.

Después de algunos meses, para ese fin de año, ya convencido que no sería sólo un pasatiempo, comenzò la campaña para elegir una computadora. Un poco por lo que pude averiguar, otro por lo que me comentaba Alejandro, me decidí por la Texas Instrument TI99-4A. Fundamental tener el TI Extended Basic, un cartucho que expandía la sintaxis del BASIC, para incluir funciones gráficas y de animación, los sprites!


Con la TI99-4A, como con la mayoría de las home computers, se podían guardar los programas en un cassette. Se podía utilizar un grabador de cassettes común (como se ve en la primera foto), con un cable para conectar la computadora a las entradas de micrófono y auriculares del grabador. Este cable, normalmente venía con la computadora. Este cable traía una tercera ficha, que se conectaba un orificio del grabador que controlaba el motor. Entonces, desde un programa se podía leer un bloque de información de la cinta y denter el motor, antes de leer el siguiente bloque. Lo mismo para grabar.
En algún momento de 1986, Talent comienza a fabricar y vender en Argentina la Talent MSX DPC-200. Una home computer basada en un modelo (y componenetes) de la coreana Daewoo. La norma MSX ofrecía la posibilidad de disponer de infinidad de dispositivos y programas compatibles de distintos fabricantes. (Aquí podés leer sobre la historia de la Talent MSX en ARgentina)
continuará…
Formación
Formación
Carrear
Carrera